La Enfermería

Entre en la enfermeria con los hojos teñidos en sangre, apenas era capaz de ver donde estaba, con la sangre que habia utilizado para que Rinoku se recuperara un poco y la que habia gastado en la carrera tardaria un poco en recuperarme, pero me vendria bien, cuanto mas hambrienta estubiera a la hora de cazar a esos hombres mas divertido iba a resultar.
Deje a Rinoku en una de las primeras camillas y recordando un poco de lo que habia aprendido de mi maestro.
Coji un visturi y sintiendolo mucho corte la zona de la herida, ya cerrada, una gran cantidad de sangre comenzó a salir, y en el fondo entre el mar de sangre pude ver los pequeños trozos de metal. COn unas pinzas consegí sacarlos poco a poco. Hice todo esto lo mas rapido que pude consumiendo mas de mi propia sangre para evitar que mi congenere perdiera excesiva de la suya. Cerre la herida con una sutura rapida ya que los poderes regenerativos de nuestra especie se ocuparia del resto.
Busque entre los armarios hasta que encontre algunas de las bolsas de sangre que nos daban en las comidas e hice que el paciente se tragara unas cuantas.
Despues de el "tratamiento" y tras ingerir unas cuantas bolsas de plasma para mi misma. Esperé a que se despertara o al menos diera algun signo de estar mejor. Planeando la forma en la que cazaria uno a uno a esos humanos.

Spoiler:

Desperte de golpe, con la respiracion agitada, agarrando la mano de luna con fuerza,mis heridas estaban curadas, toque mis vendajes, ya no me dolia, y la regeneracion no tardaria mucho, estaba como nuevo pero a la vez sentia un casnancio interior, un frio sudor que me recorria la espalda, mire a Luna, tarde unos segundos asta asimilar que era ella, y entonces lo recorde todo

-...

Solte la mano de Rinoku y me levante, sin cambiar la expresion petrea de mi cara comence a salir de la habitacion.
- Quedate aqui hasta que vuelba.- mi voz sono tan gelida como mis ojos, todos mis musculos se tensaron cuando cogí unos cuantos utiles quirurgicos, un par de bisturis y unas tijeras.
Miré tan solo un segundo atras para ver la imagen de mi amigo tumbado en la cama que aun seguia empapada de sangre. Sali corriendo haciendo que mis pies casi volaran por las escaleras, no pare de correr.

Cruce como una exalacion los pasillos y escaleras que dirigian hasta la enfermeria. Cuando entre la sangre seguia alli. Busque el cuarto de la limpieza mas cercano y con una esponja comence a limpiar todo el estropicio que habia organizado.
El agua se juntaba con la sangre formando un liquido rojizo que resbalaba por mis manos.
Ningun pensamiento desfilaba por mi cabeza, tan solo los movimientos mecanicos que estaba realizando.
Una vez que ya habia acabado de limpiarlo todo me levanté y tiré el balde lleno de agua teñida con sangre en un fregadero, el liquido rojo resbalo y se escurrio, como si simplemente fuera agua.

Comencé a bajar las escaleras en direccion a las habitaciones.